La Primera Maestra Tecla ha sido para mí, para nosotras y para toda la Familia Paulina, una Madre. Era una mujer grande, humana, humilde, sencilla, de mucha fe. ¡Una santa! Sus ojos revelaban la luz de Dios, su mirada penetrante y diría, escrutadora de nuestros corazones. Era aspirante, apenas entrada, en mayo de 1955. Bajaba las escaleras de la casa San Giuseppe de Alba y vi a la Primera Maestra que subía. Cuando nos encontramos quedé sin palabras, …